Día D hora H

Cómo meter con éxito todo en las maletas.

Como es costumbre en nuestro grupo, todo comienza un mes antes del día D hora H, tomando unas cañas a la espera de unas hamburguesas, bocatas o ensaladas, sentados alrededor de una mesa en la Bocatería American Custom, en Baiona (Galicia). Con un mapa de carreteras por mantel y los móviles echando humo localizando las mejores ofertas en hoteles, B&B o apartamentos, en Booking o Trivago, donde descansar nuestros huesos después de una apasionante pero dura jornada de ruta.
Sin ninguna duda, ser motero y viajar en moto, para todos nosotros, es un placer, un estilo de vida con su propia filosofía, se respira libertad, compartes una gran camaradería no solo con los compañeros de viaje sino también con los amantes de las dos ruedas. Recorres grandes distancias, contemplas nuevos paisajes, conoces distintos pueblos, culturas y gastronomías, disfrutas kilómetro a kilómetro de curvas, de carreteras de montaña, de autopistas, ves pasar líneas blancas continuas o intermitentes que hacen que te sientas vivo y feliz.


Blablablá, blablablá, blablablá... todo esto es muy bonito, pero a la hora de viajar en moto tienes que plantearte seriamente qué es lo que vas a necesitar y de qué cosas puedes prescindir. Lo malo comienza cuando la noche antes de partir nos percatamos, mi mujer y yo, de las discrepancias de criterio sobre el tamaño de las maletas de tu moto. Todo es RELATIVO. Tú las ves grandes, ella las ve pequeñas. No hace más que preguntarse cómo va a ser capaz de encajar todo lo que quiere llevar porque a la vestimenta imprescindible para no ir como Lady Godiva desnuda sobre su caballo, hay que sumarle un vestido por si vamos a cenar a un restaurante chic, otro modelito por si vamos a la playa, un secador de pelo, un gran número de cremas, crema de día, crema de noche, desmaquillante, potingues para su acicalamiento personal, el champú y gel de baño de siempre que, para colmo de males, solo lo venden en envases de 1,5 litros. En fin, un follón, toda la ropa colocada sobre la cama bajo la mirada atenta e inflexible de mi querida compañera de viajes que con una paciencia infinita dobla y desdobla ropa intentando que le ocupe el menor espacio posible. Yo digo la fatídica frase: “Cariño, no cabe todo eso”. Ella, entonces, reacciona de forma inmediata dirigiendo hacia mi una fulminante mirada mientras añade: “Pues no pienso dejar nada, así que tiene que entrar y si no me vas a ayudar es mejor que te vayas”. Como es lógico, hago caso, abandono el escenario del crimen y procedo con suma torpeza e incompetencia a colocar mi ropa y pertenencias en la maleta que me corresponde, sin esperanzas de éxito. Dando un paso atrás, me limito a observar. Calzoncillos, calcetines, pantalón, traje de baño, calzado deportivo, cámara de vídeo, cámara de fotos, cargador de móvil, linterna,... buff (resoplo), a mí tampoco me entra todo. Rugidos, forcejeos y palabras altisonantes llegan a mis oídos desde la otra habitación. Intrigado y algo alarmado regreso junto a mi mujer. ¡Increíble! entró todo y le sobró sitio. 


Cuán sabias son las mujeres, o al menos la mía, tras unas dosis de paciencia y habilidad logró su objetivo. Ante el estado de júbilo y alegría que ella demostraba, vi la oportunidad de aprovecharme de ello y con arrojo y valentía dije: “No sé cómo lo has hecho, yo tengo los mismos problemas que tú”. Nada más pronunciar estas palabras, ella me mira con sonrisa victoriosa y comienza a deshacer mi fracasado intento de llenado de maleta. Con movimientos firmes y casi programados dobla e introduce una a una todas las prendas necesarias para tantos días de viaje. Mientras yo observo tratando de aprender, o eso aparento. Cuando termina, con éxito, por supuesto, comprobamos que no se nos olvida nada y cierro con llave las maletas. Ese es el momento en el que ella dice: “Y como siempre al final lo tuve que hacer yo todo” . No tengo más remedio que asentir, bajar la cabeza y decir: “Venga, vamos ya a dormir que mañana comenzamos la aventura”.

Escrito por lpdv50_chirlitatravelmotorcycles

Comentarios

  1. Muy buena entrada. Para la próxima aventura tendréis que hacer un videotutorial de cómo hacer la maleta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajajaja. Sí, no es mala idea. Habrá que hacerlo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Una carretera. Sin límites.

El Glamour de un Pulpo con Peineta

De Vigo a Cerdeña en moto. Parte 4. El viaje de las hormigas sardas